Podríamos catalogar la Refrigeración Evaporativa como Refrigeración Natural, debido sencillamente a que es la que utiliza la Naturaleza. Por poner un ejemplo cercano, nuestro cuerpo, que hace que sudemos cuando la temperatura exterior es alta, para mediante el procedimiento de refrigeración evaporativa, evaporar este sudor, y conseguir un refresco inmediato.
Pero en contraposición a esta Refrigeración Natural, la Refrigeración Evaporativa, está la que podemos llamar Refrigeración Artificial, o Frío Artificial, la refrigeración común, la del Aire Acondicionado, cuyos problemas para la Salud de las Personas son notables y que seguro hemos percibido todos en alguna ocasión.
Control y Ventilación, S.L. es fabricante de una línea de equipos de Refrigeración Natural, equipos de Refrigeración Evaporativa comercializados bajo la Marca HUMIBAT, equipos que utilizan la evaporación del agua para bajar la temperatura del aire que se introduce en el habitáculo a acondicionar. Control y Ventilación añade a la bondad de la Refrigeración Evaporativa, la facilidad de mantenimiento y limpieza y los elevados y constantes rendimientos de sus equipos facilitados por su sustrato evaporativo consistente en un relleno de material plástico, Polietileno de Alta Densidad, comercializado a su vez como PANAL C&V y SEPARADOR C&V.
Dada pues la importancia de lo saludable de la Refrigeración Natural en contraposición con el Frío Artificial transcribimos este artículo publicado en El Periódico de Aragón el 31 de julio de 2017.
Fuente: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/sociedad/riesgos-frio-artificial_1217629.html
LOS RIESGOS DEL FRIO ARTIFICIAL
La sequedad de la refrigeración afecta a los bronquios y causa rinitis, faringitis y asma
ANGELS GALLARDO
30/07/2017
Los sistemas que acondicionan el aire para reducir la temperatura ambiental en verano son estructuras complejas que obligan a los bronquios y a la laringe a una continua adaptación para que el flujo que llegue al interior de los pulmones no difiera en exceso de los 35 a 37 grados en que se mantiene el cuerpo humano.
La adaptación a ambientes que difieren en exceso de esa temperatura puede no ser perfecta y propiciar una rinitis que cause un goteo nasal imparable, una faringitis que dure todo el verano, una contractura cervical o un resfriado inducido por alguno de los virus respiratorios ubicuos en el aire, advierte el neumólogo Xavier Muñoz, adscrito al Hospital del Vall d’Hebron.
El aire refrigerado es, además, demasiado seco, y también exige que el cuerpo lo module. «El oxígeno que contiene el aire acondicionado, de extrema sequedad, quema los conductos respiratorios –afirma Muñoz–. Las células bronquiales mantienen un esfuerzo constante para humidificar el aire que les llega, hasta adaptarlo a una temperatura fisiológica para el individuo».
Es fácil comprobar las consecuencias del oxígeno en cualquier elemento vivo, añade el neumólogo: basta observar qué ocurre con una naranja que se parte y se deja al aire. «En un par de horas, el oxígeno la convierte en un fruto arrugado y envejecido –dice–. El organismo humano ha de soslayar todos esos contrastes: el cuerpo es el que en realidad hace de acondicionador del aire exterior», concluye Muñoz.
Los filtros de las torres de refrigeración de los grandes edificios y los de los sistemas de aireación eléctrica de los domicilios, deben permanecer limpios, advierten los especialistas. Esos filtros, y los compresores de los aparatos domésticos que generan calor y condensan la humedad, favorecen que aniden y crezcan microorganismos que habitualmente están en el ambiente, como la bacteria legionela o los hongos, uno de ellos el aspergillus. Estos proliferan en ambientes que el aire acondicionado mantiene a 16 o 18 grados.
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